"Después Dios el Señor plantó un jardín en la región del Edén, en el
oriente y puso allí al hombre que había formado. Hizo crecer también toda clase
de árboles hermosos que daban fruto bueno para comer" (Génesis 2,8-9).
Entre los varios oficios que estos primeros capítulos del Génesis le atribuyen
a Dios (lo que llamamos antropomorfismos: así alfarero modelando el barro,
anestesista durmiendo a Adán) está este DIOS PRIMER JARDINERO.
Todo nuestro pueblo es jardinero. Hay jardines públicos y particulares,
"El abrevadero" (llamado "El pilar") del centro del pueblo
que con el barro y los excrementos de las vacas ofrecía siempre un aspecto
desagradable a la vista y al olfato, se ha convertido en un jardín de vivos
colores con sus rosales y adelfas. Más modesto es el del "Tumbaron",
con su olivo y sus zinnias. Pero son los jardines particulares tan abundantes
los que llaman la atención a los visitantes
En ellos después del descanso del invierno, aun antes de aparecer la primavera,
son las prímulas con los alhelíes y las maravillas las que dan su color. Siguen
anunciando la llegada de la primavera los tulipanes de variados colores con los
narcisos. En estos jardines por la primavera compiten en color y en perfume las
azucenas "lirium candidum", los geranios, tagetes, hortensias,
rosales, adelfas, gladiolos, margaritas y para cerrar el ciclo floral, los
crisantemos que aquí los llamamos "las despedidas del verano", flor
muy cultivada por los floristas, con la portentosa variedad de formas y colores
para ser cortada con larga duración. Flor entre nosotros asociada a los muertos
por florecer por los días de los difuntos.
Me he referido a los jardines plantados por la mano del hombre. Pero hay una
planta de flor, la petunia rústica, que no puede menos de haber sido sembrada y
cuidada por la mano de Dios. Florece sobre el pavimento de la carretera y de
las calles, pegada a las paredes. A veces la acompaña "Dondiego de
noche". Y estas dos plantas no tienen que envidiar a la floración de las
de los jardines.
En Asunción del Paraguay, donde he vivido largos años, abundan en muchas casas
los jardines, pero carecen de esa variedad de colores de los jardines de
nuestro pueblo. He procurado que el jardín de la parroquia, que ocupaba grandes
espacios, no careciese de colores. Lo conseguía cultivando petunias, cannas,
alegría de la casa y bougabillea (Santa Rita la llaman), que es una arbusto de
largas ramas, con espléndida floración. También tenía otros dos arbustos con
flores blancas muy pequeñas, que florecían varias veces al año, que despiden un
intenso perfume que llena todo el contorno.
La causa de que los jardines allí no luzcan tanto como aquí, es el excesivo
calor del verano, y así la floración de la mayoría tiene lugar en invierno,
como sucede también con los geranios, cuya floración es mucho menor que la de
aquí. Por eso allí se cultivan plantas de vista, por la variedad de colores de
las hojas, como el croto, cuyas hojas adquieren vivos colores al sol. También
tenía unos esplendidos helechos colgantes. Allá tenía una no pequeña ventaja,
en una calle próxima al templo, había numerosos puestos de venta de plantas al
aire libre.
Si en el Génesis Dios se presenta como jardinero, en el Cantar de los Cantares,
el esposo aparece disfrutando de su jardín y de las flores. He aquí
algunos breves textos:
La esposa al coro que le pregunta adonde se ha ido su
amado, le responde: "mi amado se ha ido a su jardín perfumado a apacentar
su rebaño y cortar rosas". (Cantar 6,2).
· El esposo dice: "Mi amada es entre las
mujeres, como una rosa entre espinos". (Cantar 2,2)
· Para el esposo, la esposa es:
"jardín cerrado, cerrada fuente, sellado manantial, jardín donde brotan
los granados de frutos exquisitos, jardín donde hay flores de alheña, nardos y
azafrán, caña aromática y canela, toda clase de árboles de incienso, de mirra y
de áloe". (Cantar 4,12)
Nuestro pueblo no es el paraíso, pero todo jardín lo
evoca. Por algo en Paraguay muchas parroquias tienen su jardín parroquial más o
menos florido.
Tenemos un pueblecito que es un pequeño “edén bíblico” con mucha variedad floral. En verano así parece. A la vista está. Y la mayoría sin darnos cuenta. Han de ser desde la Zarza virtual y los distintos blogueros los que nos muestren estampas, facetas, lugares, paisajes, gentes, artistas, rincones, etc. para que nos paremos a contemplar lo mucho y bonito que hay en nuestro pueblo. Solo hay que saberlo ver, admirar, mostrar y también mimar para que así siga siendo. Gracias a los jardineros (jardineras mas bien) de La Zarza.
ResponderEliminarEn invierno estas imágenes florales no serán las mismas; habrán desaparecido; pero aquí en tu blog, César, seguirán alegrándonos la vista con sus vivos colores. Ventajas de lo virtual.
-Manolo_
Tu afición a las flores y plantas es común entre los dos, de lo cual me alegro, y, celebro poder disfrutar de tus comentarios que sin duda enriquecen el blog, pues denotas los conocimientos que tienes de la materia.
ResponderEliminarAfortunadamente, nuestro pueblo se presta al tema por la y amplia variedad que abunda en nuestros campos, amén de los jardines particulares que, también son dignos de tener en cuenta.
Veo que la fotografía tampoco se te da mal, a juzgar por la muestra que nos ofreces en esta entrada. Ese es un campo en el que yo cojeo.
Saludos. Luis
ESTA PAGINA NUNCA DEJA DE SORPRENDERME PARA BIEN.
ResponderEliminarCOMO OS LO MONTAIS EN ESTE PUEBLO - SALUDOS
Creo que un pueblo sin jardines sería un pueblo muerto, nuestro pueblo tiene muchas flores y muy variadas, eso hace que parezca más alegre pues las flores siempre dan alegría y se encuentra uno más agusto entre ellas.
ResponderEliminarSaludos Cari
Me tocó de cerca apreciar el jardín de tu ex Parroquia en Paraguay que haz cultivado con manos de jardinero, haz logrado con mucho amor alegrar la vista a todos los concurrentes con las flores y arbustos. muy bella creación de Dios
ResponderEliminarSaludos. Nilda
Muy buenos sus escritos como siempre padre! Nos alegra poder leerlos ya que nos acercan a pesar de la distancia. Mariela y José ferreira
ResponderEliminarPara Nilda y Mariela: Como administrador de la página dedicada a nuestro pequeñito pueblo de La Zarza de Pumareda (Salamanca- España) os doy la bienvenida. Es una alegría, que desde Paraguay contacten con nosotros y esa gran distancia desaparezca y tengan al padre César cerquita, casi casi como antes. Espero y deseo que nos sigan de cerca y cuando quieran dejen sus comentarios que serán bien recibidos, no solo por D. César, también por todos nosotros, los seguidores de este "punto de encuentro" que es nuestra página y el Rincón Bloguero.
ResponderEliminarSaludos, Manolo
Muchas gracias Manuel por darnos la bienvenida al punto de encuentro. saludos desde el corazón de América del Sur, Paraguay mi país.
EliminarGracias a usted, Nilda, por ser una más en nuestra Zarza virtual y seguirnos, nada más y nada menos que desde Paraguay.
EliminarSaludos, Manuel