lunes, 27 de octubre de 2014

CEMENTERIO O CAMPOSANTO

Se acerca el día de la conmemoración de tolos los fieles difuntos. De algún modo en estos días todos los caminos se dirigen a los cementerios. Cementerio significa lugar donde se duerme. Es una palabra con significado cristiano al concebir la muerte  como un sueño. Lo expresó Jesús al comunicar a sus apóstoles: “Nuestro amigo Lázaro está dormido” (Juan 11,11) voy a despertarlo. Así lo señala. El pueblo ha llamado ese lugar “campo santo”. La Iglesia en sus leyes (Código de derecho canónico) lo considera junto con los templos “lugar sagrado”.

La Iglesia al establecer este día de difuntos va más allá de un simple recuerdo de los que ya partieron, ante todo nos invita a orar por los difuntos. Es una exigencia del corazón…Orar por los difuntos, ofrecer por ellos el sacrificio eucarístico. Esto es lo principal. Entre nosotros ha disminuido la oración a las ánimas benditas. Ya no solemos hacer la novena por el difunto recientemente fallecido. En Paraguay las familias o hacen un triduo de misas por el difunto o rezan un novenario por él en la casa concluyendo el noveno día con dos rosarios, una misa en la parroquia y un rosario más, con un refrigerio (a veces hasta con un asado…) en la casa del difunto para los asistentes. Novenarios de rosarios que suelen repetir al cumplirse medio año o un aniversario.

Los cementerios se han llamado también necrópolis que significa ciudad de los muertos. Y como en la ciudad de los vivos hay casas de gran lujo, en los cementerios se levantan lujosas construcciones que llaman panteones en los cuales los muertos son colocados en repisas que están a la vista. Pero también en Paraguay se van haciendo cementerios de lujo sin lujo alguno porque los muertos son sepultados en la tierra identificando su lugar por una pequeña loseta sobre el césped. Estos cementerios los llaman: JARDÍN DE LA PAZ. Todo el lugar es un valle verde bien cuidado.

¿Qué decir de los cipreses del cementerio?  Para nosotros tradicionalmente identificamos al ciprés como árbol del cementerio. Pero hay muchos cipreses plantados fuera de los cementerios por su belleza, verticalidad y elevación hacia el cielo. El ciprés del cementerio es signo de inmortalidad al permanecer siempre verde, al señalar el cielo con su altura. Múltiple es el mensaje del ciprés como lo expresa el bellísimo soneto de Gerardo Diego al ciprés de Silos, que precisamente no está en el cementerio sino en el patio interior del monasterio rodeado del claustro románico del siglo XII en la provincia de Burgos.

AL CIPRES DE SILOS


Enhiesto surtidor de sombra y sueño
que acongojas el cielo con tu lanza.
Chorro que a las estrellas casi alcanza
devanado a sí mismo en loco empeño.


Mástil de soledad, prodigio isleño,
flecha de fe, saeta de esperanza.
Hoy llegó a ti, riberas del Arlanza,
peregrina al azar, mi alma sin dueño.

Cuando te vi, señero, dulce, firme,
qué ansiedades sentí de diluirme
y ascender como tú, vuelto en cristales,

como tú, negra torre de arduos filos,
ejemplo de delirios verticales,
mudo ciprés en el fervor de Silos.

                                                                                                    Gerardo Diego

1 comentario:

  1. He estado pensando un rato, intentando recordar la palabra con la cual en La Zarza se llamaba al novenario, que después de un fallecimiento, se llevaba a cabo en la casa del fallecido… EL REZO, así se decía.
    Otros recuerdos son las celebraciones en torno a los Santos y Difuntos. Las campanadas, din, don, din, don, sonando toda la noche; las castañas asadas, la tumba o catafalco todo de negro con cintas blancas en las aristas. Los cánticos que como monaguillo que fui aún me suenan; por ejemplo el

    Memento mei Deus, quia ventus est vita mea;
    Nec aspiciat me visus hominis.
    De profundis clamavi ad te Domine;
    Domine exaudi vocem meam.
    Nec aspiciat me visus hominis
    Kyrie eleison
    Requiescat in pace.


    Por el alma de ….. y dos pesetas
    Otro memento mei Deus por otra alma y otras dos pesetas.
    Esos días eran muy abundantes las peticiones por las ánimas benditas de purgatorio.
    La verdad es que si por dos pesetas sacabas a un alma de seguir purgando en esa antesala del cielo, caro no era, si con eso la trasladaban de allí a la gloria. Pero… ¿y aquellos familiares del fallecido que no tuvieran las dos pesetas?... ¿A seguir purgando a saber hasta cuándo?...
    Preguntas, dudas, recuerdos y más recuerdos de la infancia.

    -Manolo-

    ResponderEliminar