
Mi
medio de locomoción no era todavía una silla de ruedas, era y es mi bastón.
Estos días del mes de Agosto el pueblo ha sido gratamente invadido por la
bicicleta, pero también invadido por algún bastón mas el mío. Somos no pocos
los que recorremos las calles con nuestro bastón y algunos con dos bastones y
es que si así nos movemos es que vivimos. Según la filosofía la vida consiste
en moverse así mismo.
Ya los griegos inventaron la fábula de la esfinge que planteaba este enigma a todo transeúnte: ¿Cuál es el animal que en la mañana se mueve sobre cuatro patas, después a lo largo del día se mueve sobre dos solamente y al atardecer se mueve sobre tres. Creo que fue Edipo el que resolvió el enigma: Es el hombre que empieza a caminar a gatas, siendo después el "homo erectus" sobre sus dos piernas y en el declinar del día se vale del bastón.

Pero las bicicletas de nuestro pueblo son aves migratorias como las cigüeñas y las golondrinas, esos niños y jóvenes en pocos días volverán a sus casas de la ciudad, conservaran un grato recuerdo de estos días y volverán el próximo verano. Mientras tanto los usuarios del bastón seguiremos moviéndonos por las calles de nuestro pueblo.