lunes, 1 de junio de 2015

Una estampa de tu pueblo

Permíteme, amigo César, acceder a este tu blog y sea yo quien deje una “estampa de tu pueblo”. Esta vez no tenemos fotografías para añadir, pero intentaré explicarme para que te hagas una idea. Imagina ¿Recuerdas hace cinco años la fiesta de  tus Bodas de Oro Sacerdotales?... pues algo muy parecido. Esta fiesta-homenaje-despedida, me ha recordado mucho aquella. Imagina, la iglesia del pueblo llena de gente en torno a tu persona, como entonces: Familiares, compueblanos (como a ti te gusta decir), varios compañeros tuyos sacerdotes celebrando, religiosas y el pueblo cantando. En esta ocasión también acudió el Obispo Carlos, algún compañero tuyo en Paraguay, párrocos de La Zarza: Alberto, Gregorio, Antonio, Miguel,… y así hasta quince o más sacerdotes, que casi no cabían en el entorno del altar mayor. En el centro tú, cubierto con casulla, estola y los Evangelios.
El Sr. Obispo recordó tu vida pastoral de aquí y de allá en tierras de Paraguay; dijo, que marchar a tierras americanas hace más de cincuenta años, no era como ahora con los medios de comunicación actuales. Que tras tu accidentado regreso, tu salud no mejoró mucho, al contrario, poco a poco fue empeorando hasta el final, que no es tal porque ya estás disfrutando ante el Gran Pastor, Cristo, que se habrá alegrado de recibir a uno de sus pastores aquí en la tierra y que por este motivo, todos debemos alegrarnos y consolarnos.

Mira por donde, César, también ahora aparece una imagen que adjuntar. Aquí la dejo. Te imagino diciéndome: -“No sé como te las arreglas que siempre consigues alguna”-  Esta no la he buscado, ha venido sola:

Este blog tuyo “Estampas de mi pueblo” va a quedar aquí tal cual, en espera de una nueva entrada, cuando a ti te vaya bien, tengas ganas y ánimos, como hasta ahora, nos comentes y describas otra estampa de tu nueva morada, con detalles, muchos detalles, sin olvidar adjuntar alguna imagen.

Por hoy nada más, César, un abrazo y hasta siempre.

Manolo (adm. de La Zarza virtual)


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jueves, 7 de mayo de 2015

Las Torres de las Catedrales



Paso a hablar de esta estampa que no es de mi pueblo, si no de la ciudad de Salamanca, que está siendo mi tierra actualmente. Resido en la Casa de la Iglesia, edificio de Calatrava, donde en mi juventud hice mi seminario menor. Desde hace una semana me cambiaron de habitación; estoy ahora en una que tiene el ventanal mirando al sur, frente a las catedrales con sus torres respectivas.

Desde buena parte de la ciudad se divisan las  torres incluyendo, sus reflejos en las aguas quietas del Tormes. Las más altas corresponden a la catedral nueva. La cúpula románica más baja corresponde a la catedral vieja, construida en el siglo XII.  Las separan unos cuantos siglos, aunque están muy pegadas la una a la otra, pues ambas comparten un mismo muro;  muro norte para la vieja y muro sur para la nueva. Son pocas las diócesis que cuentan con dos catedrales ya que solían edificar los nuevos templos sobre los ya existentes. Fue un logro lo conseguido en Salamanca llegando a nuestros días con dos magníficas catedrales. Se dice que la catedral vieja fue respetada para no dejar a la ciudad sin culto, durante el largo período en levantar la catedral nueva, cuando Salamanca ya crecía en población y fama por su universidad.

Al ser construidas en distintas épocas son de estilos arquitectónicos distintos. No son como las de la catedral de Burgos, que responden a un plan único y pertenecen a una sola catedral.


La más antigua, que es la de la catedral vieja, solo diviso parte de su cúpula cónica a la izquierda del conjunto voluminoso de la catedral nueva, mientras que las torres de ésta destacan por su altura y majestuosidad. La arquitectura de la catedral vieja, responde al estilo románico; mientas que la nueva responde al estilo renacentista, como la del Vaticano.


Es una visión magnífica la que tengo a la vista. Ahí están las dos compañeras desafiando los siglos; unas veces  azotadas por los vientos, otras veces bajo un cielo sereno y azul. Ahí se encuentran contándoles las horas a los habitantes de la ciudad, como ahora, que están dando las once de la mañana. Su mensaje es señalarnos el cielo y con sus agujas como bolígrafos escribiendo en las alturas el nombre de Dios para que no lo borremos de nuestras memorias. Ellas con sus sonidos nos dan el tono de las grandes celebraciones litúrgicas; unas veces son voces rebosantes de alegría, como en la mañana de Pascua y otras veces enterneciendonos con los toques navideños. Y en las noches, con sus luces,  velan el sueño de los salmantinos, al ser iluminadas, durante algunas horas.
Haciéndoles guardia de honor no olvidamos la famosa torre del gallo y las torrecillas que la circundan.
Y para que no sea todo de piedra, las cigüeñas, con hilos finísimos van tejiendo en sus alrededores tramas que le dan un toque de vida

viernes, 17 de abril de 2015

EL PILAR


Al llegar a mi pueblo de La Zarza, el visitante y penetrar en él por la carretera se encuentra con una imagen inconfundible: El Pilar o la fuente pública. Es una construcción que consta de dos elementos: Una columna cuadrada de unos dos metros de piedra de granito rematada por una bola de la misma piedra con dos tubos de bronce de los que fluyen continuamente dos chorros de agua con desigual intensidad, según las estaciones. Con las primeras lluvias de otoño se regulariza el fluir del pilar. La fuente que le provee el agua está en la zona del Pozo del Moro. El otro elemento de nuestro pilar es un depósito grande circular.
 El agua de nuestra fuente ha servido y sigue sirviendo para todos los habitantes del pueblo, pues es la mejor de los alrededores para consumo humano. El agua del depósito ha sido el abrevadero de las vacas de un modo similar al pozo de Jacob del que bebieron en Samaria, sus gentes y sus ganados. Por buen sentido esta segunda función ha cesado lo que ha contribuido a la limpieza del lugar, pues han desaparecido los excrementos de los animales y sus desagradables olores. ¿Cómo se ha hecho esto? Mediante una barrera metálica de barrotes, que con la piedra del depósito se ha formado un colorido jardín y que destacan los rosales (la rosaleda del pueblo) y unas esplendidas adelfas.
Qué agradable en los días calurosos de verano acercarse al Pilar para saborear su limpio y fresco líquido. El agua que se extrae de los pozos del pueblo resulta sosa, mientras que el agua del Pilar, nuestra fuente pública, resulta insustituible para beber. En los días de estiaje las mujeres tenían que hacer cola para llenar sus cántaros y botijos de barro. Ahora ya no se ven esas colas porque el agua corriente en las viviendas provee para las demás necesidades y este de nuestro pueblo ahora solo para beber y cocinar.
No puedo menos de evocar cómo en el lenguaje espiritual el agua, la fuente y la sed han tenido gran cabida. Ya el Salmo 62 expresa: Oh Dios tu eres mi Dios, por ti madrugo, mi alma está sedienta de ti; mi carne tiene ansia de ti, como tierra reseca agostada, sin agua.

Y para Santa Teresa (cuyo 5º centenario de su nacimiento celebramos este año 2015) la imagen del agua y de la fuente es su imagen preferida.
Resultaría interesante una antología de textos de la santa en que se vale de la imagen del agua para hablar de la oración.
Así en su libro “Camino de perfección”, en el último capítulo resumiendo las cosas lindas que ha dicho del Padre Nuestro escribe: Pues el Señor os ha explicado el camino como se ha de haber llegado a esta fuente (El Padre Nuestro). A esta fuente de agua viva y qué siente el alma y cómo la harta Dios, le quita la sed de las cosas de acá y la hace que crezca en las cosas al servicio de Dios, para las que también ha llegado a ella y les dará más luz.

El Papa Juan Pablo II en la exhortación apostólica “Vocación y misión de los laicos en la Iglesia y en el mundo”, al hablar de la parroquia la compara con la fuente de la aldea donde podemos saciar nuestra sed, en torno a la cual gira la vida del pueblo. La parroquia tan indispensable en la aldea como en nuestro pueblo el pilar, inclusive para su belleza.

jueves, 19 de marzo de 2015

CUARESMA, TIEMPO DE ENCUENTRO CON EL SEÑOR

Ese encuentro especial en la cuaresma con Dios, se suele expresar con el término de cumplimiento Pascual.
El cumplimiento Pascual, lo expresamos con los sacramentos de la confesión o penitencia y con la Comunión Pascual.
En nuestra parroquia, recuerdo el modo como lo cumplíamos o (nos lo hacía cumplir) el párroco Don Leopoldo. Hasta ahí llegan mis recuerdos. Los sacerdotes del arciprestazgo, hacían un programa de confesiones en las distintas parroquias para ayudarse mutuamente. Un día en un pueblo y otro en el otro. También algún año llegaba de fuera un predicador, recuerdo al padre Constantino, dominico de la Peña de Francia, con los que D. Leopoldo tenía bastante relación. Después cada Párroco lo llevaba a efecto, a su manera y costumbres en su pueblo. En el nuestro, don Leopoldo en fechas determinadas convocaba por edades unas reuniones con la gente para llevar a cabo este Cumplimiento Pascual. Convocaba una reunión de jóvenes, otra de hombres y otra de mujeres para determinar el tema de la confesión cuaresmal. A los asistentes a  estos encuentros no demasiado exigentes les daba una cédula que llevaba escrita solamente la palabra confesó. A todos los grupos se les señalaba el horario de su confesión por ejemplo a los jóvenes de cinco a siete, a las mujeres de siete a nueve etc. Al acercarse al confesor, cada penitente llevaba su cédula SE CONFESÓ que entregaba al sacerdote al empezar a confesarse. El sacerdote no se la devolvía al penitente. Así no quedaba constancia de si había confesado sus pecados.

Al día siguiente muy temprano tenía lugar la comunión general en la parroquia. Los penitentes arrodillados en las gradas del altar hacían su comunión pascual y entregaba el ayudante del sacerdote otra cédula que decía COMULGÓ, que era como el certificado de que ese feligrés había hecho por ese año la comunión pascual.
Algunas semanas más tarde  después de la fiesta de Pascua, el Párroco salía casa por casa acompañado de monaguillos en horario escolar y por eso con permiso del maestro iba recogiendo las cédulas de la comunión pascual y los monaguillos con él en capachos y cestas recogían los huevos, por cada cédula un huevo, que entregaba el ama de casa. Nunca supe el destino final de aquellos huevos, ciertamente los monaguillos no recibíamos ninguno.
No sé qué relación tendrá esta costumbre de nuestro pueblo de obsequiar al párroco con la de regalar huevos de chocolate por Pascua en países como Paraguay, Argentina y Brasil.
NOTA - Aquellos huevos desaparecieron en nuestras costumbres. Pero siguen presentes los huevos que se introducen en los hornazos; que esto sea para muchos años.

¡FELICES PASCUAS DE RESURRECCIÓN!

RelacionadoTiempo de Cuaresma   (blog de Isa)

miércoles, 11 de febrero de 2015

BASTONES Y BICICLETAS (2)

Volvemos al primer título de mi blog y en él quiero ahondar.
Están de actualidad las competiciones y en el título de este blog están muy presentes. ¿Cuál de los dos enunciados lleva la delantera? Estando en invierno parece ser que llevan la delantera los bastones.
En el pueblo las bicicletas se retiraron a la ciudad hasta la Pascua. Los bastones tampoco andan muy orondos porque el buen tiempo, su aliado, no los acompaña. Mi bastón resistió en el pueblo hasta el 8 de diciembre. Después, como las bicicletas se refugió en la ciudad, más concretamente en el hospital.
Aquí durante largas jornadas está luchando con otra bicicleta: la silla de ruedas. Así mi vida estas frías jornadas de invierno está discurriendo en el hospital Clínico y la residencia sacerdotal de Calatrava donde hace cerca de 70 años empezaron mis estudios sacerdotales. Espero que esta casa me devuelva pronto a donde hay o va a haber bicicletas de verdad, es decir de dos ruedas, y en mi caso concreto el bastón recobre todos sus derechos y despida la falsa bicicleta por una de verdad. Entretanto estoy agradecido a esta falsa bicicleta que llevando el título de dos ruedas, lleva cuatro.


Es notable que en cualquier  lugar nos encontremos con paisanos. Si estamos en un hospital o residencia nos vienen a ver o coincidimos para ser tratados. En mis días en el Clínico coincidí o me encontré con Eulalia o sus familiares. Lo mismo sucedió con Alfonsa en la misma planta. En sus últimas horas los familiares estuvieron conmigo lamentándose del inminente fallecimiento que tuvo lugar horas después. Q.e.p.d. y que sus familiares recobren la paz.



Hoy 11 de febrero de 2015, Virgen de Lourdes, hace un año que celebré en Paraguay mi última misa con y por los enfermos, de la parroquia de El Salvador del Mundo al ser la jornada mundial de los enfermos.

viernes, 30 de enero de 2015

LOS OLIVOS CARGADOS DE FRUTOS

Dentro del casco de nuestro pueblo hay plantados algunos olivos llenos de frutos. Este año además de los olivos se han llenado de frutas otros árboles como los cerezos, almendros, manzanos, membrillos, perales. Quiero detenerme ante los olivos, árboles bíblicos por los cuatro costados. Un feligrés de profesión ingeniero me proponía hacer en la parroquia un jardín de árboles bíblicos como olivos, vides,… y zarzas… Él tiene en su casa un olivo y en los últimos años me traía tres o cuatro ramas grandes para la bendición y procesión del Domingo de Ramos. En el clima del Paraguay el olivo es una planta exótica, que podrá desarrollarse mucho, pero no da frutos. Allí los fieles llevan unas palmas, que llaman en lengua nativa pindó-karaí.

Antes de asomarnos a la Biblia para rastrear la presencia del olivo, nos preguntamos si el nombre de este árbol es masculino o femenino.
En nuestro pueblo se ha empleado más frecuentemente en femenino: oliva. Pero en general podemos decir que más veces se emplea el masculino, olivo. Pero cuando hablamos del aceite que se saca de su fruto decimos: aceite de Oliva. Pero la oliva puede ser el árbol mismo o su fruto que normalmente llamamos aceituna.
¿Quién no ha oído alguna vez referencia al Huerto de los Olivos? Está en Jerusalén y es el lugar de la oración de Jesús donde fue prendido y llevado a casa de Caifás. Hay en ese lugar una iglesia moderna con vidrieras moradas… y un huerto-jardín precioso con algunos olivos centenarios, por no decir milenarios… Este lugar-santuario está en la ladera del Monte de los Olivos.
Los profetas del A.T. anuncian la bendición de Dios sobre el pueblo dándoles abundancia de trigo, vino y aceite. Entre los milagros de Eliseo está el de la multiplicación del aceite en casa de la viuda de un profeta. Esta mujer no tenía nada en casa mas que un jarrito de aceite. Eliseo le mandó que pidiese a sus vecinos todos los jarros que pudiera conseguir vacíos y con el aceite que tenía fue llenándolos todos (II Reyes 4). Similar es otro milagro de Elías a favor de otra viuda (I Reyes 17,8-16).
¿En la Biblia qué significa el olivo? Simboliza a Israel, el pueblo de Dios. “El Señor te había llamado olivo frondoso cargado de hermosos frutos. Pero en medio de fuertes truenos él prendió fuego a tus hojas y arden tus ramos” (Jeremías 11,16) Y esto le ha sucedido por sus maldades.

San Pablo en la carta a los romanos sigue refiriéndose al pueblo hebreo como un olivo. “Al olivo que son los judíos, se le cortaron algunas de las ramas, y en su lugar se le injertó el olivo silvestre, que eres tú" (Romanos 11,17) Sigue después este pasaje desarrollando la misma imagen en referencia a los judíos y a los paganos -olivo silvestre- injertado en ese olivo que es Israel. Los cristianos injertados en ese olivo del antiguo pueblo de Dios está llamado a dar fruto, no le suceda lo que a la higuera que Jesús maldijo por no tener fruto… y se secó. No basta acompañar a Jesús como los niños hebreos –“portantes ramos olivarum”- llevando ramos de olivo el Domingo de Ramos y aclamando: “Hosanna filio David”   - Hosana al Hijo de David.